ESTILO PUNTILLISTA/DIVISIONISTA

El Puntillismo es un estilo de pintura que aparece por primera vez en 1883, encabezado por el pintor neoimpresionista francés Georges Seurat (1859-1891).
El procedimiento empleado por los puntillistas, consistente en poner puntos de colores puros en vez de pinceladas sobre tela, fue el resultado de los estudios cromáticos llevados a cabo por Georges Seurat, quien en 1884 llegó a la división de tonos por la posición de toques de color que, mirados a cierta distancia, crean en la retina las combinaciones deseadas.
Otro de los más importantes seguidores del puntillismo fue Paul Signac, participante junto con Seurat.
Este movimiento, dentro de las coordenadas del Postimpresionismo, parte también de la imagen de la naturaleza, es decir, del mismo motivo que los impresionistas, pero para ellos serán unas leyes físicas y fisiológicas muy determinadas las que caractericen la esencia de la pintura. Su material de reflexión serán, sobre todo, los escritos de Charles Blanc y los tratados científicos de Cheverul, Sutter, Rood, etc….
La mente lógica y reflexiva de estos pintores pedía la reducción del instinto al orden, del impulso al cálculo, reduciendo a lo esencial, no sólo los temas de la vida moderna o el paisaje, sino también el método impresionista de presentarlos.
De hecho, la declaración de Charles Blanc (El color, que está controlado por leyes fijas, se puede enseñar como la música), publicada por primera vez en 1865 en su conocida Gramatica Ades arts du dessin, resume perfectamente la actitud de los puntillistas ante las posibilidades expresivas del arte e indica su programa.
Según esto, al igual que existen relaciones matemáticas entre los tonos musicales, hay relaciones físicas entre los colores, que pueden demostrarse en el laboratorio y llevarse a efecto en el estudio.
Con el fin de estudiar con más detalle la interacción de los colores y sus complementarios, algunos puntillistas confeccionaron un disco en el que reunían todos los matices del arco iris, unidos unos a otros mediante un número determinado de colores intermedios. En su paleta también utilizaban el blanco mezclado con los colores primarios, lo que les permitía obtener una multitud de tonos que iban de un color con una ligera presencia de blanco hasta un blanco casi puro.
Los experimentos físicos habían probado también que la mezcla de colores los ensucia y desemboca finalmente en el negro. Por ello, la única mezcla capaz de producir el efecto deseado es la mezcla óptica, que se convierte así en el factor predominante de su ejecución. Tras haber reunido por separado en sus telas los elementos individuales de color presentes en la naturaleza, el pintor asignaba a la retina del espectador la tarea de unirlos de nuevo.
A pesar de lo aparentemente acertado de la denominación de puntillismo, sobre todo en lo que se refiere a la técnica de este grupo, ni Seurat ni Signac la aceptaron nunca y ambos condenaron y evitaron rigurosamente este término a favor del de "divisionismo", que abarcaba mejor todas sus innovaciones.