Eugenio Souto (Xinzo, Cuntis , 09 de julio de 1905 - México , 28 de noviembre de 1990 ) fue un escultor y pintor gallego.

Desde muy joven tuvo vocación por la escultura, principalmente.

Sus primeros años escolares los pasó en Cuntis,hasta que a los catorce años, debido a la insistencia de su maestro, sus padres lo enviaron a Santiago de Compostela.

Allí compaginó sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios, con su trabajo como aprendiz en el taller de José Rivas Rodríguez.

Allí trabajó como empleado hasta que cumplidos los veintiún años y tuvo que ir al servicio militar.

Con veinte años le encargaron hacer una imagen de Nuestra Señora del Monte Carmelo en honor a Antonio Redondo, párroco de Santa Cruz de Lamas ( Moran ). Debido a la desconfianza que les daba la juventud del muchacho, el padre del escultor tuvo que hacerse responsable de que llegara a buen término, pues el coste de la madera era elevado.

En 1927, logró una beca por alcanzar el primer puesto en la sección de escultura de las pruebas selectivas de la Diputación Provincial de Pontevedra, y año tras año se le renovó por un máximo de tres, como establecían las bases. Gracias a esta beca puede inscribirse en la Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid.

Su estancia en Madrid le permite participar en numerosas exposiciones, como la de Arte Gallego que organizó en 1928 el periódico El Heraldo de Madrid, en el Círculo de Bellas Artes , en el Museo de Arte Moderno y también en exposiciones colectivas en París . También recibió un premio convocado por el Ministerio de Educación y Bellas Artes para desarrollar una investigación sobre la escultura española.

El Consejo Provincial, le concedió una bolsa de viaje que le permitió ampliar estudios en el extranjero durante los años 1930-1931.

Souto aprovechó todas las oportunidades que le dieron para su formación, y al mismo tiempo desarrolló una actividad artística muy intensa. En estos años también se las arregló para presentarse a la carrera de Profesor de Dibujo y comenzar su trabajo como maestro en 1933 en Mieres ( Asturias ), para muy pronto llegar a Portugal y más adelante a su ciudad natal donde llegór al puesto de profesor de dibujo en el Instituto Camino , donde permaneció hasta 1936.

Con la llegada de la guerra civil debe abandonar el instituto, incluso en el 37 logró volver a ejercer la enseñanza, pero en el territorio catalán, que no había sido tomado por Franco, y sólo por un año.

Una vez que la guerra terminó, Eugenio Souto, dada su ideología, tuvo que a huir a Francia . Cruzó el Pirineo y se quedó en un campo de refugiados, hasta que finalmente consiguió viajar a México. El paso por el campo de refugiados y la dolorosa situación en que se marcharon dejó marca en sus trabajos, como muestran los diseños que se conservan.

En Méjico, el artista experimenta una profunda transformación. Lejos de la tierra y los amigos tienen que empezar una nueva vida. Se casó con María Aliseda Olivares, también refugiada, que llegó a México con sus padres desde San Benito ( Badajoz ). La pareja tuvo dos hijos.

El 28 de noviembre de 1990, Eugenio Souto murió en México, aunque antes de su muerte pudo realizar uno de sus mayores deseos: volver a Portugal. El reconocimiento de su trabajo creativo tuvo lugar unos años más tarde, de la mano del Museo de Pontevedra, que en 1993 organizó una exposición antológica dedicada a Eugenio Souto.