Stanton Larry vivió y pintó en Manhattan hasta que murió de SIDA a la edad de 37 en 1984.

Su mejor trabajo provino del corto período de tiempo a partir de 1981, después de que él se recuperó de un episodio psicótico, en el que, el alcohol y la muerte de su madre jugaron un papel importante.

Cuando regresó a su trabajo, encontró en él un nuevo compromiso que le absorbió completamente.

En Greenwich Village, se convirtió en una estampa familiar verle comenzando todos los días a primera hora de la tarde, tomando café en el mismo lugar, mientras realizaba bocetos y dibujos en su cuaderno de notas sobre lo que había llamado su atención.

Su estudio se convirtió en lugar de reunión para artistas y escritores, que se sentían seducidos por su encanto, su mirada y el trabajo que estaba haciendo.

Ellos, sus amigos y su familia se convirtieron en protagonistas de sus retratos. Pero fueron los chicos que encontraba en sus salidas nocturnas lo que se convirtió en el foco principal de su arte.

A finales de los '70 's y principios de los 80' s de Nueva York fue un imán para los muchachos que venían de todo el país. Muchos huían de sus hogares y lugares donde el ser gay no era aceptado. La personalidad de Larry era atractiva para muchos de estos chicos y, a su vez, se convirtieron en modelos dispuestos.

Su obra ofrece un panorama revelador de las caras de una parte de la vida de Nueva York, que pronto desapareció con la llegada del SIDA, una epidemia que aniquiló a muchos de esos rostros, incluyendo al de Larry.