2 obras del autor: Ruiz de la Iglesia - (Francisco Ignacio Ruiz de la Iglesia)

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Siglos XVI y XVII. Barroco
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Apunte Biográfico

Francisco Ignacio Ruiz de la Iglesia (1649-1704). Pintor barroco español y miembro destacado de la escuela madrileña, cultivó tanto la pintura al óleo como al fresco y al temple, además de practicar el grabado. En 1701 alcanzó el título de pintor de cámara con Felipe V.

Nacido en Madrid, su padre, Baltasar Luis, era «cobrador» o administrador de la compañía teatral de José Garcerán. Se formó con Francisco Camilo en cuyo taller entró en 1662 por un periodo de cuatro años. La situación económica familiar no debía de ser muy desahogada pues tres años después Camilo hubo de hacer un préstamo al padre, comprometiéndose Francisco Ignacio como garantía de pago a proseguir en su casa «todo el tiempo que el dicho Francisco Camilo quisiere... pintando para él todo lo que ordenare y mandare». «Muy adelantado», según dice Antonio Palomino que lo trató personalmente, pasó a la escuela de Juan Carreño de Miranda, donde tuvo como condiscípulo a Juan Martín Cabezalero, algo mayor que él, por quien sintió admiración. Palomino añade que completó su formación acudiendo asiduamente a las academias y en el estudio de las esculturas y pinturas de palacio, con lo que llegó a adquirir el dominio del dibujo.

En 1664, antes de abandonar el taller de Camilo, colaboró con Carreño en las pinturas de la capilla de San Isidro en San Andrés, alcanzando cierta familiaridad con éste según atestigua el testamento de su viuda. Trabajó con José Jiménez Donoso en las decoraciones efímeras para la entrada en Madrid de María Luisa de Orleáns, aprendiendo de él la técnica de pintura al fresco y al temple, y desde entonces, dice Palomino, «degeneró algo en la manera, con alguna dureza». Se han perdido todas sus pinturas al fresco en iglesias madrileñas, de las que únicamente han llegado noticias, y las que realizó en el Palacio del Buen Retiro bajo la dirección de Claudio Coello en unión con Isidoro Arredondo y Sebastián Muñoz, por las que en diciembre de 1689 fue nombrado pintor del rey; pero el aspecto sumario de su dibujo en algunos cuadros de altar y los colores claros de su pintura al óleo, parecen proceder según Pérez Sánchez de esa habilidad suya en la pintura al fresco.

De sus grandes composiciones de altar se conservan el Venerable fray Diego Velázquez, (1688, convento de las Calatravas, Madrid), del que Palomino dice, acusando esa simplificación en las formas, que parece pintado al temple, y los lienzos de la Asunción y Coronación de la Virgen pintados para el convento de Santo Tomás de Madrid, actualmente en el Corpus Christi de Sevilla, además de otra Asunción de la Virgen, propiedad del Museo del Prado y el Martirio de San Andrés de la parroquial de Casarrubios del Monte, que dejó inacabado por Sebastián Muñoz. En obras de devoción de menor formato, en las que la vinculación con Carreño es más estrecha, destacan su primera obra firmada, La Magdalena penitente (1670), adquirida por Jovellanos y conservada en su casa natal de Gijón, y la Anunciación (1671) de la catedral de Valladolid.

En 1701 fue nombrado pintor de cámara y ayuda de la furriera por Felipe V, de quien hizo varios retratos, según Palomino, con el traje de golilla castizo, para ser expuestos en público, entre ellos uno para el ayuntamiento y otro para la iglesia de San Antonio de los Alemanes. Murió en Madrid en 1704, siendo enterrado en la iglesia de San Felipe Neri.

Como grabador, realizó las estampas calcográficas de las Noticias historiales de la enfermedad, muerte y exequias de la esclarecida reina de las Españas doña Maria Luisa de Orleáns de Juan de Vera Tassis y Villarroel, publicadas en Madrid en 1690 por Francisco Sanz.

(Información obtenida de Wikipedia)