Schlemmer (Stuttgart, 4 de septiembre de 1888 – Baden-Baden, 13 de abril de 1943) fue un pintor, escultor y diseñador alemán relacionado con la Escuela de la Bauhaus.

Tuvo una formación en marquetería. Estudia en la escuela de Bellas Artes de Stuttgart hasta 1910, escuela que más tarde, tras la guerra intentará reformar. Es allí donde conoce a Adolf Hölzel, junto a el y Baumeister realiza en 1914 tres pinturas para la exposición del Werkbund en la ciudad de Colonia.

Su inquietud por todas la formas visuales le lleva a trabajar en 1920 en su más conocida obra teatral “El Ballet Triádico”, en el que los actores aparecen disfrazados de formas geométricas, con música compuesta por Paul Hindemith que será presentada tres años más tarde en el teatro de Weimar. Igualmente en Slat Dance y Treppenwitz, el vestuario de los intérpretes hace de ellos esculturas vivas, como si fueran parte del escenario.

Walter Gropius le llama en 1920 para formar parte de la Bauhaus, escuela de arte y arquitectura que estará activa desde 1919 hasta 1933 momento en que es clausurada por los nazis y que supone el principal centro de diseño e investigación de los años veinte. En esta primera etapa de la escuela, predomina una tendencia utopista que reclama el valor del trabajo manual y cuya máxima es “Construir la catedral del porvenir”. Aquí dirige el taller de escultura y enseña dibujo y pintura mural.

En 1925 es nombrado nuevo director del taller de teatro experimental de la Bauhaus, etapa en la que la escuela había dado un giro en sus propuestas, enfocando su interés hacia el constructivismo y las posibilidades de la máquina y los procesos industriales.

Sus cartas privadas, especialmente las dirigidas a Otto Meyer y Willi Baumeister, y su diario personal han dado valiosas referencias de lo que ocurría en la Bauhaus. Especialmente, habla de cómo el personal y los estudiantes reaccionaban a los muchos cambios y desarrollos que ocurrían en la escuela.

Más tarde en 1928 y tras la dimisión de Gropius, Mayer asume la dirección de la escuela dando prioridad la enseñanza de las disciplinas científicas y su choque con Sclemmer hace que éste último abandone la escuela definitivamente en 1929.

Estilísticamente, sus pinturas proponen una profunda investigación acerca de las relaciones entre las figuras y el espacio representacional dentro del sistema euclidiano de representación tridimensional.